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Relojes de lujo desde incios del siglo XX
Glycine fue fundada en 1914 en Suiza por el ingeniero Eugène Meylan. Pronto destacó por su manufactura de relojes femeninos de tamaño minúsculo y materiales nobles. Desde entonces, la producción de relojes suizos en la fábrica de Bienne ha sido ininterrumpida.
La marca se convirtió en suministrador...
Relojes de lujo desde incios del siglo XX
Glycine fue fundada en 1914 en Suiza por el ingeniero Eugène Meylan. Pronto destacó por su manufactura de relojes femeninos de tamaño minúsculo y materiales nobles. Desde entonces, la producción de relojes suizos en la fábrica de Bienne ha sido ininterrumpida.
La marca se convirtió en suministrador de la gente de alto poder adquisitivo, particularmente en Inglaterra y América que apreciaban altamente sus obras de artesanía fina.
Durante los años 20 y 30 la producción de pequeños mecanismos de relojería era bastante cara. No obstante, gracias a su trabajo de precisión, Meylan consiguió unos resultados sumamente interesantes obteniendo numerosos premios. Dotado de un gran talento, no solamente fabricó refinados relojes de señora, sino también auténticas joyas de relojería con cajas de platino y oro guarnecidas de diamantes.
En 1931 Glycine presentó el primer reloj automático de manufactura propia, relojes que hoy día son codiciados por los coleccionistas. En 1934 se lanzó una colección de cronómetros, todos ellos certificados por su exactitud por el Control de Calidad Oficial Suizo (COSC).
Relojes para aviadores desde mediados del siglo XX
En el período de postguerra, se renovó la colección de relojes automáticos dotándolos de la tecnología más avanzada, aparecieron los cronómetros Vacuum, reconocidos por su gran resistencia al agua y una línea de relojes dedicados a los viajeros frecuentes con las todas las zonas horarias del mundo, el Airman que ha sido desde entonces una pieza fundamental en el catálogo de Glycine.
Después de la revolución de los relojes digitales, a principios de los años 90 Glycine redefinió su concepto de marca y apostó por la excelencia en relojes mecánicos. Esta estrategia posicionó a Glycine como un especialista, con una larga tradición en el campo de los relojes mecánicos con una línea de relojes robustos y de gran tamaño que le confirieron una imagen de marca característica. Ejemplo de ello son los Incursore de 46mm, los KMU de 48mm y los F104 de 56mm , uno de los relojes de pulsera más grandes jamás fabricados.
Glycine en el siglo XXI
Hoy en día, Glycine es reconocido como uno de los verdaderos pioneros en relojes para pilotos y viajeros que se desplazan entre franjas horarias distintas. Airman ya es una de las colecciones más emblemáticas de la firma y sus otras colecciones gozan del mismo prestigio por su diseño y calidad de fabricación.
Ofrecer productos de alto valor a precio razonable es una parte importante de la filosofía de Glycine para el futuro.
Puedes encontrar más información en la web oficial de Glycine